Cada 12 de mayo, el mundo vuelve los ojos hacia una figura luminosa de la historia: Florence Nightingale, la mujer que, con lámpara en mano, iluminó no solo los pasillos oscuros de los hospitales de campaña, sino también el camino hacia una nueva forma de entender el cuidado y la salud.
Nacida en 1820 en Florencia, Italia, en el seno de una familia británica acomodada, Florence rompió con lo que se esperaba de una «chica bien» de su época. Mientras otros soñaban con bailes y bodas arregladas, ella escuchaba un llamado distinto: el del servicio, la compasión y la ciencia.
Durante la Guerra de Crimea, enfrentó condiciones inhumanas en hospitales militares y, con coraje y visión, mejoró la atención a los heridos, redujo las tasas de mortalidad y, sobre todo, sentó las bases de la enfermería moderna. Fundó la primera escuela laica de enfermería, profesionalizando un oficio que hasta entonces era visto como extensión doméstica del cuidado.
Hoy, en este Día Internacional de la Enfermería, desde VIADUCTO FM queremos rendir homenaje a quienes, con vocación y entrega, han hecho del cuidado su misión. A quienes visten su uniforme con orgullo y compromiso, y que día a día enfrentan el dolor ajeno con una mezcla precisa de técnica y humanidad.
Gracias, enfermeros y enfermeras, por su temple silencioso, por estar en los momentos difíciles, por acompañar tanto a pacientes como a familias, por ser luz —como Florence— en medio de la incertidumbre.
A ustedes, un saludo sincero y afectuoso.
Porque cuidar también es sanar. Y sanar, muchas veces, comienza con una mano tendida y una mirada atenta.
