A PROPOSITO DE LA NOVENA A SAN FRANCISCO

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COLLIPULLI.- Por estos días, en una pequeña capilla adosada a lo que fue el convento mayor, se está rezando la Novena en honor al Seráfico Hermano San Francisco de Asís. En este contexto, es importante recordar la rica historia de este antiguo templo, que ha dejado una huella imborrable en la memoria de la comunidad local.

Convento franciscano 1947.-

Corría el período comprendido entre los años 1875 y 1880 cuando se erigió el Convento Franciscano San Leonardo de Porto Mauricio. Este convento   representaba una de las manifestaciones más significativas de la presencia franciscana en la región. La Misión franciscana que lideró este esfuerzo comenzó las obras de un templo que, en su apogeo, fue considerado uno de los más hermosos de toda la zona.

La construcción del convento y su hogar fue un testimonio del compromiso de los franciscanos con su labor misionera y su deseo de difundir la fe cristiana en esta tierra. El diseño arquitectónico reflejaba la influencia de la arquitectura religiosa de la época, con elementos góticos y renacentistas que adornaban la estructura. Los detalles ornamentales, los frescos en el cielo raso y los vitrales aportaban una belleza singular al lugar, atrayendo a fieles y visitantes por igual.

Convento, fotografía año 2000. Sin cúpula, que cayo tras terremoto año 1960.-

El templo, con su espléndido altar mayor y sus capillas laterales dedicadas a diversos santos, se convirtió en un centro de peregrinación y devoción. Las celebraciones religiosas que tenían lugar en este templo eran eventos destacados en la vida de la comunidad local, y la Novena en honor al Seráfico Hermano San Francisco de Asís era una de las más esperadas.

Sin embargo, con el paso del tiempo y los cambios en la sociedad, el convento y su casa que fue escuela,  experimentaron transformaciones.   Aunque la iglesia ha perdido parte de su antiguo esplendor, sigue siendo un lugar de encuentro espiritual, en capilla adyacente, pues el templo en si, está inhabitable, dado a los daños causados por el terremoto de 2010.-

   Hoy en día, la pequeña capilla adosada al antiguo convento es un lugar donde los fieles se reúnen para honrar la memoria de San Francisco de Asís y revivir la devoción que alguna vez floreció en este hermoso templo. A pesar de los cambios y desafíos a lo largo de los años, la esencia de la fe y la devoción perdura en este rincón de la historia religiosa de la región.

Así, mientras se celebra la Novena en honor al Seráfico Hermano San Francisco de Asís en la capilla que sobrevive de aquel esplendoroso templo, recordamos con gratitud y respeto lo que fue este antiguo lugar de oración y adoración, un testimonio de la profunda fe y dedicación de la comunidad franciscana y de aquellos que lo construyeron y lo hicieron prosperar en tiempos pasados.

Un monumento nacional que espera poder algún día volver a recibir en sus naves a quienes buscan paz y aquel estrecho contacto con la divinidad que allí se advierte.- Fotografía de portada, Convento, Monumento Nacional dañado por el terremoto de 2010(Mario Grandón Castro).-