Se acerca el invierno y las bajas temperaturas ya se dejan sentir en La Araucanía. Con esto, las familias comienzan a evaluar las distintas alternativas para calefaccionar el hogar y desde Carabineros del Laboratorio de Criminalística Labocar, advierten que la seguridad deber ser prioridad a la hora de tomar la decisión.
Continuamente a través de distintos medios de comunicación nos enteramos como incendios que se han generado por el mal uso del sistema de calefacción lesionan de gravedad y hasta cobran la vida de personas, además de destruir bienes fruto del esfuerzo de toda una vida, desenlaces trágicos que se pueden evitar con prevención.
Desde Carabineros del Labocar, explican que los recursos más utilizados para calefacción son la electricidad, el gas, la leña y la parafina.
Las estufas eléctricas, si bien no expulsan monóxido de carbono, su principal riesgo son los cortocircuitos que pueden provocar incendios.
En tanto, las estufas a gas deben utilizarse en lugares bien ventilados y sin abusar del tiempo de encendido. La inflamación por rotura de la manguera, mala postura del regulador al cilindro del gas o voltear el cilindro para sacar su contenido, son los principales errores que se cometen los usuarios de estas estufas.
Las estufas a leña son las que producen más quemaduras por contacto e incendios por lo cual es recomendable realizar mantención tanto en su cámara de combustión como en el ducto de salida y colocar rejas de protección para niños y mascotas. El Labocar señala que se debe realizar limpieza del cañón cada 15 días y utilizar leña seca.
Por último, las estufas a parafina son consideradas las más contaminantes y deben ser utilizadas únicamente en espacios grandes ya que pueden causar intoxicaciones químicas por la mala combustión.
El teniente Daniel Rojas, del Labocar, advirtió que las intoxicaciones son un riesgo silencioso: “A excepción de las eléctricas, todo el resto de las estufas contaminan el aire al interior de una habitación, ya que emiten gases altamente tóxicos. Las que usan gas licuado o catalítico, emiten principalmente monóxido de carbono. Por eso la recomendación básica es contar con una buena ventilación al utilizarlas. Pero además, se sugiere que las personas no estén solas en la habitación, ya que si ocurre una fuga o comienza a escasear el oxígeno, será más difícil reaccionar”.
Agregó que en relación a los gases tóxicos de la estufa a gas estos incluso pueden provocar la muerte, y en el caso de las estufas a parafina, “el principal inconveniente es que además de monóxido de carbono, emiten otros gases irritantes”.
Hay que recordar que las estufas requieren certificación de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), por lo que deben contar con el sello SEC, el que acredita que cumplen con la normativa vigente.-