COLLIPULLI.- Preocupante situación de salubridad afecta el perímetro circundante al kiosco ubicado en la intersección de las calles O’Carrol y Balmaceda, justo al lado de la Escuela Benjamín Franklin, pues se ha convertido en un foco de malos olores que afecta no solo a los transeúntes, sino especialmente a los estudiantes que pasan por este lugar todos los días.
El mal olor que emana de la parte posterior del kiosco se ha vuelto insoportable para los residentes cercanos, pues puede ser advertido desde la vereda del frente y más preocupantemente, para los estudiantes que asisten a la Escuela Benjamín Franklin. Este kiosco, que en su tiempo fue un lugar de encuentro y abastecimiento de comida rápida para los transeúntes, ha perdido su función original y se ha convertido en una verdadera letrina pública.
El problema de salubridad es evidente. Los olores nauseabundos son perceptibles a varios metros de distancia, y los estudiantes que se ven obligados a transitar por la vereda que conduce a la escuela se ven afectados de manera significativa. Esto plantea una seria preocupación para la salud de los niños y adolescentes que, en su camino hacia la educación, están siendo expuestos a estas condiciones insalubres.
La pregunta que surge es: ¿cómo ha llegado esta situación a este punto? ¿Por qué no se ha abordado adecuadamente hasta ahora? Las autoridades locales, los propietarios del kiosco y la comunidad en general deben unirse para buscar una solución inmediata a este problema que amenaza la salubridad.
Es fundamental que las autoridades competentes se involucren en la resolución de este asunto. La salud pública es una prioridad, y permitir que un lugar tan concurrido como la ruta hacia la escuela se convierta en una zona insalubre no es aceptable. Además, es importante recordar que un entorno limpio y saludable es esencial para el bienestar general de la comunidad.
Es crucial que se busquen soluciones y se tomen medidas concretas para abordar el problema de los malos olores.
La situación en la parte posterior del kiosco en la intersección de O’Carrol y Balmaceda es un problema que no puede ser ignorado.
