En memoria de Julio Jara Rivera: Un Legado de Compromiso y Dedicación

0
500

En el corazón de nuestra comunidad existe  profunda congoja, un sentimiento de pérdida que nos envuelve con pesar, por el adiós inesperado de un ser que dejó huella imborrable en la historia de quienes tuvimos el privilegio de conocerlo. Hoy, rendimos homenaje a la vida y legado de   Julio Ambrosio  Jara Rivera (Q.E.P.D.), un hombre cuyo nombre resonará por siempre en los recuerdos y corazones de quienes fuimos testigos de su incansable entrega y pasión por el servicio, en especial en la educación.

  Julio Jara, conocido y respetado por todos como el profesor normalista que fue, trascendió a las aulas y dejó su marca en cada rincón de nuestra comunidad.

Durante sus 75 años de vida, dedicó casi cinco décadas al noble oficio de educar, formando generaciones de jóvenes con su sabiduría y cariño. Inició su camino como docente y, con el tiempo, ascendió hasta convertirse en director de la Escuela Nicolás Pérez Cárdenas de Villa Esperanza, donde su influencia se hizo sentir en cada rincón de su comunidad.

Pero su compromiso no se limitó al ámbito educativo solamente.  Julio Jara Rivera  fue un pilar fundamental en nuestra comunidad, desempeñándose como líder de la Junta de Vecinos, trabajando incansablemente para mejorar la calidad de vida de todos los habitantes. Su influencia también se extendió al Comité de Agua Potable, donde veló por el acceso a un recurso esencial para todos. Además, su pasión por la seguridad y el bienestar llevó a ser forjador y desarrollo de la Compañía de Bomberos de la Villa, demostrando su valentía y su deseo de proteger a los suyos en situaciones de emergencia.

No menos destacable fue su compromiso político y social. Miembro activo de la Democracia Cristiana, luchó incansablemente por valores de justicia y solidaridad, dejando un ejemplo de compromiso cívico para las futuras generaciones. Además, su liderazgo en el ámbito deportivo demostró su habilidad para unir a la comunidad en torno al espíritu competitivo y la camaradería.

Egresado de la Escuela Normal de Victoria como parte de la generación del ’67,  Julio Ambrosio Jara Rivera fue un ejemplo de perseverancia y dedicación en la búsqueda del conocimiento y la formación académica.

Hoy, en este momento de despedida, queremos expresar nuestro profundo aprecio y gratitud por su vida.  Este maestro,  nos deja un legado de compromiso, servicio y dedicación que inspirará a las generaciones venideras. Su partida nos deja con un vacío imposible de llenar, pero también con la certeza de que su espíritu perdurará en cada logro, en cada avance y en cada esfuerzo que se realice en su querida Villa de Esperanza.

 A su familia, a su esposa e hijos nuestras sentidas condolencias.

Que su alma descanse en paz, que su memoria perdure y que su ejemplo nos guíe en nuestro camino. Hasta siempre, estimado amigo  Julio Jara Rivera. (Mario Grandón Castro)