Luego que se diera a conocer que cuatro personas, de la comuna de Lumaco, resultaran intoxicadas por el consumo de hongos silvestres, asados a las brasas, una de ellas falleció, en tanto otros tres resultaron con graves lesiones internas y en riesgo vital, el Instituto de Salud Pública (ISP) emitió una advertencia sobre los peligros asociados a la ingesta y recolección de estos organismos.
Ante dicha situación, reconocieron que el consumo de hongos ha estado ligado a la cultura ancestral y gastronómica de forma histórica, sin embargo, hacen un llamado a tener «conciencia que muchas setas pueden ser extremadamente tóxicas».
Lo anterior, considerando que «estos hongos venenosos son difíciles de diferenciar, incluso a veces por personas con una amplia experiencia en ellos».
Los hongos silvestres cocinados, hervidos o conservados en sal o vinagre mantienen sus toxinas intactas; de tal manera que es importante conocer bien las especies para poder distinguir su posibilidad de consumo.
Los hongos venenosos se clasifican en diferentes grupos, de acuerdo al grado de toxicidad y tiempo de aparición de los síntomas».
Entre los síntomas mencionados, se encuentran:
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Trastornos gastrointestinales
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Alteraciones nerviosas
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Trastornos vasculares
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Intoxicaciones graves con síntomas tardíos y muerte