COLLIPULLI.- El cementerio de Collipulli, un lugar de descanso eterno para nuestros seres queridos, se ha visto empañado por una serie de actos vandálicos que han dejado a los visitantes consternados y enojados. El robo de flores en las tumbas se ha convertido en una situación recurrente, despertando un llamado urgente a la conciencia y el respeto por el lugar de descanso de los difuntos. Y no solo robo de flores, daños también en tumbas, pues existe robo en algunas de ellas de imágenes religiosas.-
Uno de los afectados, una residente local que prefiere mantenerse en el anonimato, expresó su desaliento después de visitar la tumba de sus padres y encontrarla despojada de las flores que había colocado con amor y devoción. Esta no es la primera vez que este lamentable incidente ocurre, y no está solo en su aflicción.
«Estoy constantemente visitando la tumba de mis padres, el fin de semana fui otra vez y me encuentro que le robaron las flores, hace algún tiempo atrás ocurrió lo mismo. ¡Qué pena, rabia tan grande que haya gente tan basura…!», declaró la afligida residente.
El cementerio es un lugar sagrado para innumerables familias en Collipulli y en todo el mundo. Es un sitio donde se rinde homenaje a los seres queridos que han partido, un espacio de reflexión y consuelo. Los actos de vandalismo y el robo de flores no solo dañan la propiedad, sino que también causan un profundo dolor a quienes visitan estas tumbas.
Este llamado a la conciencia no solo se dirige a aquellos que perpetran estos actos de desprecio, sino a toda la comunidad de Collipulli. Es imperativo que se fomente el respeto por el lugar de descanso de los seres queridos y se promueva una mayor vigilancia en el cementerio. Además, se insta a las autoridades locales a tomar medidas para abordar esta situación y proteger este espacio sagrado.
En medio de la aflicción y el enojo, este reclamo se convierte en un llamado a la reflexión y la acción. El cementerio de Collipulli merece ser un lugar de paz y respeto, donde el amor y la memoria florezcan en lugar de ser arrebatados por actos sin escrúpulos.