UNA HISTORIA QUE TOCA EL CORAZÓN DE LOS CHILENOS

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Aunque parezca redundancia, pues todo Chile, ya conoce del caso, es que quiero insistir y compartir  con ustedes la historia que realmente ha tocado el corazón de casi todo Chile.

Se trata de la madre de Tomás Ross, un niño valiente que está luchando contra una enfermedad difícil,  distrofia muscular degenerativa.-

Imaginen el peso que debe cargar una madre cuando su hijo está enfrentando desafíos de salud. Ahora, multipliquen ese peso por mil. Eso es lo que está enfrentando la madre de Tomás cada día. Pero a pesar de todo, su amor, su fuerza y su dedicación no flaquean ni por un momento. Desde Ancud a Santiago, caminando, recibiendo el apoyo, la solidaridad, la comprensión el cariño de todos,,,lo notable que se ha podido apreciar, no la entrega de los grandes empresarios, sino que del pueblo, de personas vulnerables, de gente como Ud.,  que se han sentido tocadas por el sacrificio que está haciendo esta madre.-

Ella es un ejemplo vivo de solidaridad y valentía. Se levanta cada mañana después de caminar decenas de kilómetros, con la determinación de dar lo mejor de sí misma por su hijo. Se enfrenta a cada obstáculo con una fortaleza que inspira a todos los que la rodean; bajo temporales, bajo la lluvia, el viento y el frío, nada le resta.-.

Pero incluso las personas más fuertes necesitan apoyo. Es por eso que hoy les hago un llamado a todos, como comunidad, como familia, como seres humanos, a unirnos en solidaridad con la madre de Tomás. Necesita nuestro apoyo, nuestras palabras de aliento, nuestras acciones concretas. Demostremos hoy a su paso por Collipulli, que nosotros también sentimos la necesidad de llegar con un granito de arena, para la causa de Tomacito.-

Cada gesto de solidaridad cuenta. Ya sea un mensaje de ánimo, una donación, o simplemente estar ahí para ella en estos momentos difíciles, cada muestra de apoyo es un rayo de luz en su camino.

Juntos podemos hacer la diferencia en la vida de esta valiente madre y su hijo. Juntos podemos demostrar que la solidaridad es más que una palabra: es un poderoso acto de amor y compasión que puede cambiar vidas.

Gracias por abrir sus corazones y unirse a esta causa. Tomás y su madre nos necesitan más que nunca.

Que los collipullenses, como ha ocurrido ya en otras comunidades, sigamos siendo esa luz de esperanza en su camino.

 Que el caminar de esta madre, que busca solución para la enfermedad de su hijo, sea una clarinada que conmueva a los políticos,  al Gobierno  para que de  una vez por todas se unan, pero de verdad, para que casos como este de Tomacito, no se vuelvan a repetir, para que sea el Estado a través del Ministerio de Salud, el que provea los remedios, provea la vida para los niños, para los adultos, para los chilenos…Reunir 3.500 millones de pesos,  no es cosa fácil, no es de un día para otro….Camila Gómez es un ejemplo de madre, es un llamado de atención hacia la clase política para que se adopten las medidas del caso.-

Absolutamente, la historia de Camila Gómez y su lucha incansable por su hijo Tomás es un recordatorio impactante de la fuerza y la determinación que pueden surgir en tiempos de adversidad. Es desgarrador ver a una madre tener que recorrer largas distancias, enfrentando enormes desafíos físicos y emocionales, solo para intentar salvar la vida de su hijo. La cantidad de 3.500 millones de pesos es abrumadora y refleja la magnitud del costo de la atención médica en situaciones extremas como esta.

La solidaridad que está emergiendo en Chile en respuesta a esta situación es conmovedora y ejemplar. Sin embargo, como sociedad, debemos reconocer que la responsabilidad última de garantizar el acceso a la atención médica, especialmente en casos críticos como el de Tomás, recae en el Estado y en las instituciones gubernamentales pertinentes.

Es imperativo que las autoridades tomen medidas concretas y efectivas para asegurar que ninguna familia tenga que pasar por lo que está pasando Camila y Tomás. La salud y el bienestar de los ciudadanos, especialmente de los niños, deben ser una prioridad absoluta para cualquier gobierno. La solidaridad individual es poderosa, pero el respaldo del Estado es fundamental para abordar los desafíos estructurales y sistémicos en el sistema de salud.

La historia de Camila Gómez debería ser un llamado de atención para toda la clase política.  

Camila Gómez es más que una madre valiente; es un símbolo de la lucha por la justicia y la solidaridad en nuestro país. Es hora de que el Estado asuma su responsabilidad y provea los recursos necesarios para garantizar el derecho fundamental a la salud de todos los chilenos. (Mario Grandón Castro)