VECINOS DE SECTOR RURAL DE COLLIPULLI URGEN REPARACIÓN DE LA RUTA R-35 ANTES DEL INVIERNO

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COLLIPULLI.- Con preocupación y sentido de urgencia, vecinos del sector rural conectado por la Ruta R-35 San Andrés han alzado la voz ante el grave deterioro de esta vía, fundamental para la conectividad de numerosas comunidades de la comuna.

El asfalto en varios tramos ha superado su vida útil, presentando un estado que pone en riesgo no solo el tránsito seguro de vehículos, sino también la movilidad de habitantes que dependen de esta ruta para acceder a servicios básicos, comercializar productos y trasladarse a zonas urbanas. Con la inminente llegada del invierno, los vecinos temen que las condiciones empeoren aún más, afectando de manera directa su calidad de vida.

La situación impacta especialmente a comunidades mapuches y a pequeños productores locales, quienes aseguran sentirse desamparados por la falta de acción de las autoridades. Por ello, a través de este llamado público, se solicita con urgencia la intervención del Ministerio de Obras Públicas y su Dirección de Vialidad, a fin de que dispongan trabajos de reparación y mantención que permitan un tránsito digno y seguro por la Ruta R-35, especialmente en los tramos que conectan Collipulli con La Aurora y sectores cercanos.

Grave problema de conectividad digital

A esta problemática vial se suma otra no menos relevante: la falta total de conectividad digital. En la zona, no existe señal de telefonía móvil ni acceso a internet, lo que impide realizar llamados de emergencia o incluso simples comunicaciones cotidianas. Para lograr conectarse, muchas veces es necesario desplazarse varios kilómetros hasta encontrar cobertura.

Los habitantes insisten en que tanto la conectividad vial como la digital son necesidades básicas y urgentes en estos tiempos. Por ello, también se solicita que desde el ministerio correspondiente se evalúen alternativas para mejorar la cobertura de telecomunicaciones en el sector.

Los vecinos recalcan que no piden lujos, sino condiciones mínimas para vivir, producir y comunicarse. Aún hay tiempo antes del invierno: solo falta voluntad y gestión para que estas comunidades no sigan quedando atrás.