ERCILLA.- Con emoción y gratitud, la comunidad parroquial ercillana celebró ayer domingo la Eucaristía en su templo tras dos meses de intensos trabajos de reposición del piso, una obra que permitió devolverle la dignidad y seguridad al principal espacio de oración de esa comuna mallequina.
El proyecto contempló el retiro total de las baldosas antiguas, muchas de las cuales se encontraban deterioradas o quebradas, así como la nivelación del terreno y la instalación de un nuevo revestimiento cerámico. Los trabajos estuvieron liderados por el maestro Roberto Pérez, a quien la comunidad agradeció especialmente durante la misa por su dedicación y compromiso con esta importante obra.
«Hoy damos gracias al Señor por permitirnos volver a nuestra casa de oración, con un piso nuevo y seguro, y por habernos provisto de los recursos necesarios para concretar este anhelado proyecto», señalaron desde la parroquia.
La ceremonia de reapertura no solo fue una ocasión para reencontrarse en el templo renovado, sino también para reconocer el esfuerzo de quienes colaboraron para que la obra fuera posible, reafirmando el valor de la fe y la unidad comunitaria.