Guardaparque de Reserva Nacional Malleco hizo hallazgo geológico

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Es un murallón de rocas, un frontón de piedras horizontales, apiladas en riguroso orden, con cinco caras cada una, como si el capricho “de alguien” se hiciera sentir en las alturas del sector Prado 18, al suroeste de la Reserva Nacional Malleco.

En medio de espesos bosques y mirando un valle, a unos 1.200 metros sobre el nivel mar, CONAF comprobó que estaba   cara a cara de un hallazgo geológico, que se remonta a millones de años y se ubica en un cordón montañoso de Los Andes, sólo visto en la región, en Truful Truful en el parque nacional Conguillío.

David Jouannet, director de CONAF Araucanía, aclaró que este descubrimiento lo hizo José Antonio Burgos, guardaparque de la Reserva Malleco,  que tras sus constantes recorridos por la Unidad, se encontró con estas piedras, que se hicieron más visible tras el incendio que afectó el sector en el año 2002 y, que desde hora, la Corporación potenciará con un sendero de intereses especiales para proteger la “nueva herencia natural” de la primera reserva nacional de Chile.

 La verificación del hallazgo estuvo a cargo del geógrafo Pablo Osses, académico del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, que viajó hasta la región para ver in situ la formación rocosa.

“Lo que tenemos aquí es una intrusión columnar. Lo que pasó es que hace millones de años, se produjo el ascenso de magma que hay en el interior de la Tierra, y que a través de una grieta, de una fisura de la corteza, fue lanzada a la superficie, se enfrió y con  el paso del tiempo y la erosión, se va despejando el terreno y asoma esto en forma de columnas”, precisó Osses.

El académico   advirtió que “la forma maravillosa que estas columnas tienen, se debe principalmente a su composición mineral, que los ordena de la misma manera. La perfección de las columnas de cinco lados se produce por el enlace que se produce, y que ahora habría que analizar la composición que presenta y luego poner este hallazgo en valor. Estamos frente a un patrimonio ambiental, geológico de la región”.

El geógrafo sostiene pertinente  generar conocimiento y sugiere a CONAF tres tareas: cartografiar el sector, trabajar la parte química para determinar los minerales y los aspectos geológicos de la estructura y, poner en valor de cómo enseñamos a los visitantes de qué se trata este fenómeno.

José Antonio Burgos, guardaparque de la Reserva recordó que descubrió el lugar después de la catástrofe que hubo por el incendio, “mientras estaba haciendo un patrullaje, muy cerca del sendero Lagunillas.-

A  pesar que el académico de la Pontificia Universidad Católica, PUC. sepultó las teorías que circularon sobre construcciones incaicas y de vestigios de minas de oro o plata, José Burgos está satisfecho con la explicación.  “Lo primero que pensé que era algo hecho por el hombre o algo volcánico. “Yo creía que el hombre intervino aquí, por la posición de las piedras, el ordenamiento”, dijo.

Para Mario Higueras, administrador de la Reserva Malleco, resulta interesante que se siga estudiando el tema. “Habíamos descubierto algo que no sabíamos qué era y hoy ya tenemos la certeza del hallazgo. Vamos conociendo esta Unidad y descubriendo también cosas nuevas de la primera Área Silvestre Protegida del país; nos dedicamos casi en forma exclusiva a la faena de explotación forestal y hemos dejado casi de lado lo que se refiere al turismo, más aún éste, que es de tipo científico”, aseveró.