COLLIPULLI.- Esta ciudad de Malleco, Collipulli, se está convirtiendo en una verdadera selva de cemento.-
Para nadie es novedad que la ciudad ha llegado a un punto en que las calles céntricas y también en algunos sectores poblacionales, se han transformado en una verdadera selva.
No debería ser extraño para muchos el hecho de que las calles y avenidas se muestran atosigadas con autos particulares, de la locomoción colectiva, motos y bicicletas, que pelean su espacio para arrancar primero sus motores luego de cualquier tipo de detención.
Caso aparte es el tema de los estacionamientos, que ahora han pasado a ocupar espacios como las veredas, obstaculizando de manera peligrosa la visión de los automovilistas que al llegar a una esquina no tienen la visión suficiente para continuar su trayecto. A esto se suma la colocación de conos que cada uno instala para evitar que sean otros los que lleguen a estacionarse.-
Son decenas los autos que día a día quedan estacionados arriba de las veredas, molestando también el normal desplazamiento de los peatones. Para qué hablar de aquellos espacios reservados para minusválidos y detenciones de colectivos y taxis; al parecer en estos casos a los conductores se les olvida leer.
Lo cierto es que con todas estas situaciones tal vez podríamos seguir viviendo tranquilos, pero el gran problema es la actitud que tienen algunas personas, la falta de respeto, la falta de empatía; falta paciencia y al parecer el estrés gana a la hora de encontrarse en una situación de conflicto en las calles.
Collipulli, ya no es el pueblo de hace diez o 20 años, es una ciudad que requiere con urgencia de un ordenamiento.- Hay que instalar ya, al menos 5 o 6 semáforos…En la actualidad nos cuesta ser una ciudad más ordenada; para lograrlo todos tenemos que poner el mejor de los empeños, comprendiendo también que existen otras prioridades, pero las circunstancias ya lo exigen….Esta es una gran tarea que es responsabilidad de las autoridades.- Como dice el “dicho popular, no se le puede seguir sacando el traste a la jeringa”, es hora de hincarle el diente al tránsito en Collipulli.-