Varias ciudades Sudamericanas, entre ellas Collipulli, se disputan el honor de tener el primer ferrocarril eléctrico. Una revisión a la historia nos permite clarificar la situación. Lo importante dicen los amantes del patrimonio ferroviario es la conservación de estos símbolos del progreso.
El profesor Luis Osvaldo Igor Antías, en sus escritos históricos, señala que hay nueve ciudades situadas en Argentina, Paraguay, Perú y diferentes localidades en Chile que dicen tener el primer ferrocarril eléctrico en esta parte del continente, entre ellas Traiguén y Collipulli. Hecho no menor, pues algunas ciudades utilizan profusamente esta información con fines turísticos, destacando así su patrimonio ferroviario, cosa que en Collipulli, lamentablemente, no ocurre.
EL PRIMER FERROCARRIL ELÉCTRICO
El primer tren eléctrico fue visto en Japón en 1890 y siete años después en Lota (1897), Carlos Cousiño Goyenechea instaló un ferrocarril eléctrico en Chile y Sudamérica, funcionó en la mina de Lota y transportaba al personal y carbón de la misma; su energía provenía de la primera central hidroeléctrica de Chile situada en el río Chivilingo, puesta en marcha en el mismo año. De acuerdo a la evidencia histórica ésta es la primera localidad en esta parte del continente en tener el primer ferrocarril eléctrico, cuenta en sus investigaciones el profesor de historia Luis Osvaldo Igor Antías.-
TRAIGUÉN Y COLLIPULLI EN LA DISPUTA
El profesor Igor Antías, señala que en 1900 la Sociedad Industrial de Angol, proyectó un ferrocarril eléctrico y para ello compró una locomotora AEG con carros planos, rieles y otros equipamientos en Alemania. El pedido llegó en 1901, pero la línea no fue construida, y la Sociedad Industrial de Angol vendió el equipamiento a José Bunster, quien vio la oportunidad de hacer más eficientes sus procesos productivos a través de la utilización de la energía eléctrica para transportar carga, iluminar y aplicar fuerza eléctrica en sus molinos. Entonces, la empresa CMEG instaló el ferrocarril eléctrico de trocha angosta en las calles de la ciudad de Traiguén, entre la estación de ferrocarriles y el molino de Bunster cerca del río Traiguén. La operación comenzó en 1903 así lo recuerda Arturo Bunster, «se transportaba granos y suministros para la fábrica y un remolque de pasajeros de dos pisos». Aunque la inscripción de una placa del Club de Leones del año 1961 dice “Primera locomotora eléctrica en Chile, instalada en el año 1901”; fue realmente instalada en Traiguén el año 1903. Durante ese mismo año en Collipulli inicia sus operaciones una locomotora eléctrica de trocha ancha construida por AEG en Alemania. Movía carros de los graneros de la compañía molinera «El Globo», propiedad de la Familia Bunster. Locomotora popularmente conocida en Collipulli como “La Tortuga”.-
CIUDADES SUDAMERICANAS ENTRAN EN LA DISPUTA
La historia contada por el profesor Luis Igor, da cuenta también que la compañía alemana Van der Zypen & Charlier establece en 1904 un tren eléctrico en Valparaíso. La ciudad de Asunción en Paraguay en 1905 inicia la operación de un ferrocarril eléctrico de transporte de pasajeros, estaba a cargo de Asunción Light & Power Co.
En 1906 la empresa Waggonfabrik Falkenried de Hamburgo establece una línea con tren eléctrico suburbano en Viña del Mar.- Tiempo después hubo tren eléctrico en Perú y en 1907 las Empresas Eléctricas Asociadas en Perú comienza a operar desde la estación de San Juan de Dios al Callao, un tren eléctrico. En 1916 circula el primer tren eléctrico de pasajeros de Argentina en Buenos Aires desde la estación Retiro a Tigre. Finalmente, en 1924 corre el primer tren eléctrico en una gran distancia en Chile, entre Santiago y Valparaíso, disminuyendo en 40 minutos el viaje respecto de los trenes a vapor.
Los entendidos al respecto señalan que “lo importante, es conservar esos patrimonios ferroviarios, tal como se hace con la locomotora eléctrica en la ciudad de Traiguén y en Collipulli, que son una de las pocas en Sudamérica que se puede conocer en una visita, pues fueron alguna vez símbolo de progreso y orgullo para las localidades donde funcionaron, así como su infraestructura asociada”.
En Collipulli, la empresa El Globo, mantiene aún y en buen estado “La Tortuga”, lamentablemente está en un espacio muy al interior de las instalaciones del molino y esta máquina que bien podría ser patrimonio histórico, no puede ser admirada en toda su magnitud.- (Mario Grandón C.)