RECORDAMOS REVISTA EL PENECA

0
1340

El surgimiento del periodismo moderno en Chile, a comienzos del siglo XX, vio el nacimiento de una serie de revistas especializadas dirigidas a distintos segmentos de la sociedad. Uno de estos segmentos fue el público infantil, para el que se publicaron varias revistas tales como la Revista de los Niños (1905), Chicos y Grandes (1908) y El Peneca (1908), con el fin de entretener y educar. De estas tres, El Peneca, creada por la editorial Zig-Zag, fue la única revista capaz de mantenerse vigente, tanto por la calidad de sus contenidos, como por la relación cercana que mantuvo con sus pequeños lectores.

Y porque hablamos hoy del Peneca, pues como una manera de agradecer a una familia de ex collipullenses, hoy en Valparaíso, que trajo como aporte para el Museo Histórico Radio Viaducto, dos ejemplares de esta revista que marcó un hito importante y muchos collipullenses, que hoy peinan canas deben recordar.-

En este contexto diremos que los primeros tres años de El Peneca, bajo la dirección de Enrique Blanchard-Chessi, se caracterizaron por tener pequeños artículos sobre diversos temas de interés general y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto último marcó uno de los atractivos más importantes de la revista; la capacidad de integrar a su público en la creación de la misma.

Los contenidos de la publicación,  de cuentos e historietas extranjeras y la sección de «Pasatiempos»,   causaron furor entre los lectores de la época; la leían grandes y chicos.

El Peneca era «una revista para todos los niños de Chile, tanto para los ricos como para los pobres, se decía y por lo mismo tenía un valor muy barato.

En todo Chile se observó el impacto de la revista; se crearon clubes literarios y deportivos, además de concursos y eventos de gran concurrencia. En 1940, El Peneca logró tener un tiraje de 180 mil ejemplares y años después llegó a circular en otros países latinoamericanos como Perú y Venezuela.

Junto con El Peneca, se recuerda hoy otras revistas que hicieron historia,  Okey, Barrabases, Condorito y en otro contexto El Pingüino, que era más osada y casi para adultos.- Estaba también     ECRAN, Fotonovelas, Zig Zag, En Viaje, Rosita Don Fausto, Margarita y otras que la nebulosa del tiempo va dejando en el olvido.

En este  reportaje, con que recordamos a El Peneca,  diremos que esta revista,  marcó a varias generaciones, cuya infancia giró en torno a la llegada del día sábado, para comprar aquella revista que las hizo ser protagonistas en un mundo de adultos, sin negar su identidad de niños. Fue dirigida por algún tiempo por la profesora victoriense Edith Mutzel de Berner.

Finalmente a los amigos que contribuyen anónimamente a engrandecer el acervo cultural e histórico de Collipulli, nuestra gratitud y afecto.-