COLLIPULLI.- Ayer se recordó los 80 años de la presencia del Hogar de Cristo en el país, pero también los 23 de la Obra con presencia en Collipulli.-
Desde octubre de 1944 el Hogar de Cristo marca presencia en Chile, lo que ha generado un encuentro transformador que ha tenido profundas implicancias para cientos de miles de personas en nuestro país.
Fue una noche de octubre de 1944, el sacerdote Alberto Hurtado detuvo su marcha ante la mano de un mendigo que hervía en fiebre. Pedía una moneda para costear un albergue donde pasar la noche. Al hoy San Alberto, le pareció ver en su rostro al mismo Cristo sufriente.
La pobreza hoy tiene rostro de personas mayores o con discapacidad en sus casas y varios de ellos en la calle, con crecientes niveles de dependencia, con mucha soledad y abandono por parte de sus familias, pensiones bajas, salud distante.
A nivel nacional esta fundación conmemora 80 años en el país y 23 de presencia en nuestra comuna de Collipulli, brindando apoyo a personas mayores en sus domicilios, alimentación y apoyo integral a quienes se encuentren en situación de calle o en condiciones extrema de vulnerabilidad.
Es por ello que, bajo un momento significativo y de participación, el alcalde Manuel Macaya Ramírez, junto a un grupo de voluntarios y partícipes activos de la Obra Solidaria, destacaron la labor invaluable del Hogar de Cristo, además de reconocer a los voluntarios, colaboradores y donantes que hacen posible la importancia de esta fundación, al menos en nuestra comuna.
Recordar que la Municipalidad de Collipulli, desde hace años colabora con una subvención anual, que permite en parte, prestar las atenciones necesarias a quienes allí se cobijan de distintas maneras; además existe el interés y cifradas esperanzas de la reposición de infraestructura de la Obra Collipulli del Hogar de Cristo, ese lugar que no sólo brinda pan, techo y abrigo a los más pobres y excluidos, sino que también les entrega el amor y la solidaridad de una mano amiga y comprensiva.